No se les da la importancia que deberían tener. De qué sirve cuidarse el rostro si luego olvidamos las manos… Pensad que son un reflejo auténtico del paso de los años y son muchos los que tienen una cara que no se corresponde con las manos, que muestran realmente la edad. Manchas, arrugas, deshidratación… Y por si fuera poco, el proceso de envejecimiento en las manos se aprecia antes porque la piel de esa zona es mucho más fina y sensible y las rutinas de belleza no suelen llegar hasta ellas. ¡Hay que acabar con todo esto! ¿Y cómo hacerlo?

Os voy a dar algunos consejos para evitar que todo el trabajo hecho en la cara lo estropeen las manos con solo bajar la mirada. En Backstage estética recomendamos cuidar como es debido esta parte de nuestro cuerpo, por ello, uno de mis consejos es realizar un tratamiento siguiendo un protocolo marcado. Estos son los pasos:

– Exfoliación a base de ácido glicólico, que consigue una luminosidad inmediata.

– Aplicar un regulador de melanina que actúa sobre las manchas -en caso de que hayan- y la prevención de ellas. En este punto la piel ya se ve hidratada y revitalizada.

– Para finalizar, se aplica una mascarilla de oxígeno que se deja actuar durante unos minutos. Al sacarla, se realiza un masaje con una crema altamente nutritiva.

Un vez hecho este tratamiento es muy recomendable hacer unas cinco sesiones de radiofrecuencia. ¿Por qué? Muy sencillo. Las manos tienen menos colágeno y lo pierden antes, así que es bueno activarlo a nivel interno. De esta manera, en menos tiempo veremos rejuvenecer la piel que se verá más tersa. Con solo una sesión se puede conseguir un efecto lifting y flash.

Una vez hechos estos pasos, para una manos de cine sería bueno seguir el tratamiento ‘spa para uñas’, que incluye una rutina para cada problema que se tenga:

– Rutina de fuerza, adecuado para uñas frágiles y quebradizas.

– Rutina de crecimiento, pensado para uñas muy cortas o partidas.

– Rutina de mantenimiento, perfecto para uñas sanas y fuertes.

– Rutina antiedad, ideal a partir de los 50 años, ya que es cuando crecen más lentamente y pierden brillo y color.

Tras la rutina que toque según el tipo de uñas, se puede esmaltar sin problemas. Y recordad que las manos tienen una piel un 30% más fina que el resto del cuerpo, no producen tanto colágeno y no tienen glándulas sebáceas, lo que hace que retengan menos agua.

Si tenéis cualquier duda o queréis más información recordad que estamos en Avda. Diagonal 624 de Barcelona.

Un abrazo y gracias por estar ahí.

Nuria Soteras